El rodillo: sudor, óxido y monotonía

   En este primer día del blog vamos a ir a lo grande y publicar una nueva entrada, que no es cuestión de escatimar. Como me temía, el paso de las horas no ha mejorado las cosas y he seguido sin las ganas ni la voluntad suficiente para salir y hacer las dos horas y media de rigor en series por el puerto de Zaldiaran y su bestial rampa posterior hasta la antena.

   Con la inquietud y el sentimiento de culpa habitual en estos casos acumulándose poco a poco, a las seis de la tarde me he subido al rodillo para pasar unos 'amenos' 70 minutos de ciclismo 'indoor'. Como ya sabrá el que utilice habitualmente este ingenio infernal, el aburrimiento y los chorros de sudor --que a la larga e irremisiblemente irán haciendo mella en nuestro rodillo y bici en forma de óxido-- serán inseparables compañeros durante todo ese tiempo.

Mi 'Peugeot Tourmalet' sobre el 'Realaxiom'. Los chapuceros tubos
despuma y cartón son para evitar que el sudor oxide la estructura. 

   Aunque lo llame rodillo, el mío es un 'Elite Realaxiom' que, según la un tanto presuntuosa descripción del fabricante, pertenece a la categoría de los 'VR Turbotrainers'. Lo de VR viene de 'Virtual Reality', porque el aparato se conecta al ordenador y ofrece la posibilidad de entrenarse avanzando sobre un recorrido grabado en video.

  Pero a la hora de la verdad, la sensación de realidad no aparece por ningún lado, ya que la velocidad de los elementos móviles que aparecen en la grabación es siempre la misma, por lo que en una y otra sesión adelantas igual

de rápido y en el mismo punto al mismo         

 ciclista o repartidor de pan, aunque un día vayas a 20 km/h y otro, a cinco km/h.  Otro fallo importante es que este artilugio sólo es capaz de simular pendientes de hasta un ocho por ciento, aproximadamente. De esa forma, te resulta igual de difícil pedalear por la 'Cueñe les cabres' del Angliru que por cualquier subida que ronde el citado desnivel del ocho por ciento.

   Pese a todo, teniendo en cuenta todos los problemas que, según los foros que hay por ahí, presenta su competidor directo en la competencia, el 'Tacx Fortius', creo que acerté al comprarlo, porque el funcionamiento de la resistencia es siempre suave y fluido, sin tirones, y no ha tenido ninguna avería importante en los seis años que tiene.