lunes, 22 de octubre de 2012

'Bici que veo, chapa que te meto. Los peligros de la sobreinformación'


   Últimamente, el amigo Dandochepazos se nos ha subido a la parra. Anda muy ufano, exhibiendo a la mínima ocasión sus supuestos conocimientos sobre materiales, geometrías y componentes. Bicicleta que se encuentra a su paso, chapa que te mete. Escaparate que ve o catálogo que cae en sus manos, tabarra que te casca.

   ¡Qué más da que nadie le haya preguntado al respecto! Allí está él para compartir su erudición con el incauto que ose adentrarse en el radio de acción de sus tediosas conferencias. Me duele decir estas cosas, la verdad; porque le tengo aprecio. ¿Pero es que no se da cuenta de que a nadie interesan sus opiniones sobre las ventajas de los cuadros asimétricos o los beneficios de la implantación del estándar 'BB30' en los ejes pedalier?

¿Ni papa de inglés? Con un diccionario de este
 calibre  las 200 páginas de 'Cycling Plus' se te pasarán volando. 
   La puntilla llegó el otro día, cuando va y me sale con no se qué dilema entre el titanio y el carbono. La rigidez, la resistencia a la fractura, la fatiga de materiales, la absorción de las vibraciones... Estas y otras cuestiones parecidas parecían tenerlo muy preocupado.

   -¿No crees que es una disyuntiva difícil? ¿Acaso no son ambos materiales idóneos para el cicloturista?­-, me pregunta, abrumado por la incertidumbre. ¡Pero qué disyuntiva ni qué coño! Si es un mileurista pelao y con hipoteca.

   - Mira, chaval; yo tiraría un par de años más con la BH, que la cosa está muy malamente...­-, le aconsejo, tratando de que entre en razón.

   - Sí, la verdad es que anda jodido el tema. Pero estoy manejando un presupuesto de unos 2.500 euros para pillarme una 'Enigma Eclipse' de titanio o una buena bici de carbono. No sé qué hacer.

   Todo aquello era muy extraño. ¿Cómo se había convertido el otrora desinformado globero en todo un experto en aleaciones, transferencias de potencia y desarrollos? ¿Cómo había pasado el austero Dandochepazos, asiduo de las liquidaciones y promociones del 'Lidl', a proyectar tamaños dispendios?

   Escamado por aquel misterio, no dudé en entrevistarme con la mujer de mi amigo, con el propósito de identificar el origen de su metamorfosis. Mis pesquisas no resultaron baldías. Parece ser que, en los últimos tiempos, Dandochepazos se había aficionado a una revista británica de cicloturismo.

   Con sus rudimentarios conocimientos de inglés, pertrechado con un diccionario 'Oxford' de hojas desgajadas y exprimiendo al límite su sesera, se sumergía a diario en las páginas de aquella publicación, por la que le clavaban seis euros y medio el ejemplar.

Absténganse mileuristas con hipoteca. (Foto www.enigmabikes.com)
   Estaba claro que aquel exótico magacine, con sus análisis técnicos, comparativas y terminología especializada, estaba cortocircuitando la mente de mi amigo, con un exceso de información que su cerebro, poco dotado para tan complicadas materias y que no estaba habituado a aquella lengua, no podía procesar.

   ¿Podrían ser sus largas peroratas una vía de escape para aquella sobredosis de datos? ¿Sería aquél un un intento inconsciente de mi amigo por evitar el colapso mental? ¿Acaso eran sus ansias consumistas el síntoma de un intelecto en riesgo de extravío?

   En todo caso, era evidente que aquellas lecturas ciclistas, cual novelas de caballerías al ilustre y demente hidalgo manchego, estaban causando algún que otro desequilibrio a mi amarada. Así pues, aprovechando su ausencia y con el beneplácito de su esposa, procedí al decomiso del peligroso material periodístico.

   Me he cuidado muy mucho de poner las revistas fuera del alcance de Dandochepazos, sobre quien tan nefasta influencia ejercen. En aras a la integridad de mi amigo, he decidido asumir un riesgo importante, al ponerlas a buen recaudo en mi estantería ­-donde tan bien lucen, por cierto­-.


   Pero este resentido personaje, lejos de mostrar gratitud hacia quien por su salud se preocupa, se dedica ahora a amenazarme y difamarme a troche y moche, acusándome de mangante por redes sociales y foros de ciclismo. Que Dios lo perdone.

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