Indiferente
al paso de los años y absolutamente ajeno a las tendencias del
momento, Dandochepazos no parece haber caído en la cuenta de que los
palabros de Chiquito de la Calzada hace ya tiempo que dejaron de hacer gracia. Por si
fuera poco, acompaña sus expresiones con una mala imitación de los
gestos del humorista, completando un cuadro de lo más ridículo.
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Los días de gloria de Chiquito hace tiempo que pasaron a la historia.(imagen:zonadvd.com) |
Como
no podía ser de otra forma, sus extravagancias no tardan en atraer
la atención sobre nosotros. Desde la mesa de al lado, unas
chavalas que toman mojitos nos miran de forma extraña. Mejor no
imaginarse lo que estarán pensando, porque entre nuestros culotes
marcapaquetes y la Interviú que tenemos desplegada
sobre la barra, debemos parecer un par de friquis
degenerados.
–Lo que oyes –le digo, mientras devuelvo la revista a la estantería del bar–. Yo ya me he comprado el primer número.
Dandochepazos
pega un trago a la Mahou y comprueba por el rabillo del ojo
que nuestras bicicletas continúan a buen recaudo junto a la entrada
del establecimiento. La ruta ha sido dura, pero tras cuatro
cervezas y otros tantos pinchos de tortilla, lo más seguro es que ya
hayamos echado a perder todo el entrenamiento de la mañana.
–Pues sí que hay que tener moral para sacar una revista de cicloturismo en este momento –comenta–. Tal y como está el patio en el sector de la prensa... ¡Joder, si ya no compra periódicos impresos ni el Tato!
–Qué me
vas a contar. Con tanto ERE, cierres y reestructuración de medios,
un día de estos me veo con la redacción chapada y mangando
el cobre de las farolas para poder pagar la hipoteca.
MOQUILLO EN LOS GUANTES
Mi camarada da
otro tiento a la caña y se pasa la mano por la boca para limpiarse
los restos de espuma. Muy a mi pesar, no puedo evitar reparar en los
pringosos guantes que lleva el muy sucio. Junto a los restos
recientes de moquillo y sudor, los resecos lamparones que salpican el
tejido delatan la presencia de otros fluidos más antiguos, en una
muestra más de la preocupante falta de higiene de este chaval.
La portada de BiciSport no está mal, aunque comparada con la Interviú resulta un poco sosa.(imagen: ciclismoafondo.es) |
–¿Y como
se llama la revista esa? –me pregunta, sin molestarse siquiera
de fingir interés por mis preocupaciones laborales.
–Ya
te lo he dicho dos veces, hombre de Dios; Bicisport.
–¿Pero
no había ya una revista que se llamaba así?
–Joder, majo
–exclamo–. ¿Hace cuánto que no pasas tú por el quiosco?
Hace ya una pila de años que aquella revista dejó de editarse.
Ahora, los de Ciclismo a Fondo han repescado el nombre, aunque
en este caso es una publicación dedicada íntegramente al
cicloturismo.
–No sé...
No acabo de verlo. Para eso ya está la Pedalier.
–Bueno, sí.
Pero en realidad, no tienen mucho que ver; ésa está más orientada
a recorridos y altimetrías, mientras que la Bicisport se
centra en pruebas de material y ese tipo de cosas. Así, cuando
quieras ponerte al día, no tendrás que calentarte los sesos traduciendo la Cycling Plus Magazine con tu inglés de parvulitos.
Dandochepazos esquilma mi colección de Pedalier en cada una de sus visitas.(imagen:pedalierweb.es) |
–Ya, pero
no creo que la cosa esté como para andar comprando revistas de
cicloturismo a pares. Y encima, la Pedalier ya está bastante
consolidada.
Consolidada,
dice. No será gracias a él, que no se ha comprado un solo número
en toda su vida y se limita a afanarme los ejemplares atrasados cada
vez que me descuido. La actitud de Dandochepazos resulta un
poco desconcertante. ¿A qué viene esa repentina conversión
a la causa proPedalier. ¿Cuáles son los motivos de sus recelos ante una
publicación que ni siquiera ha visto?
–Oye, a ti
no te habrán untado los de Pedalier, ¿no? –bromeo– Mira que te conozco y sé que eres capaz de venderte por cuatro
perras.
Dandochepazos, con su proverbial incapacidad para percibir la
ironía, entra al trapo.
–¿Venderme,
yo? ¡Pero si has sido tú el que ha sacado el tema! Que si la
Bicisport tal, que si Ciclismo a Fondo cual. ¡A ver si
son ellos los que te han pagado a ti para promocionar la revista en
la mierda de tu blog!
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Cómo está el tema. (imagen:interviú.es) |
–Sí,
claro; seguro que no tienen nada mejor que hacer. Como el blog tiene
tantas visitas...
–No sé;
para mí que les has engañado; fijo que has manipulado las
estadísticas para captar anunciantes.
En la mesa
contigua, las mozas de los mojitos asisten atónitas a nuestro
diálogo de besugos.
–Mira –le
digo, tratando de zanjar el absurdo intercambio de despropósitos–,
si quieres te dejo la revista para que le eches una ojeada; y ya me
dirás. Si te interesa te puedo prestar también el librillo de
altimetrías que viene de regalo.
Dandochepazos
bebe un trago y coge otra Interviú del revistero. Desde la
portada, los recauchutados globos de la rubia de turno
desafían a las leyes de la física y amenazan con desbordar los
límites del papel cuché.
–Tanta
altimetría y tanta altimetría –comenta sin levantar la vista
de la portada–. Ya podían hacer como éstos y sacar alguna tía
en bolas, para variar. ¡Pero mira qué jaca! ¿Te das cuen?
*(Aviso al lector:) El autor de este blog no se hace responsable de las expresiones machistas y malsonantes contenidas en el mismo, que no son sino la reproducción literal de comentarios realizados por el ciudadano Dandochepazos. Como atenuante de las responsabilidades penales en las que dicho sujeto pudiera haber incurrido por tales afirmaciones, téngase en cuenta que se encontraba en un estado de extenuación y semiembriaguez, producto de los esfuerzos realizados en el ejercicio de un entrenamiento cicloturista y de las cuatro cervezas que llevaba en el cuerpo.
*(Aviso al lector:) El autor de este blog no se hace responsable de las expresiones machistas y malsonantes contenidas en el mismo, que no son sino la reproducción literal de comentarios realizados por el ciudadano Dandochepazos. Como atenuante de las responsabilidades penales en las que dicho sujeto pudiera haber incurrido por tales afirmaciones, téngase en cuenta que se encontraba en un estado de extenuación y semiembriaguez, producto de los esfuerzos realizados en el ejercicio de un entrenamiento cicloturista y de las cuatro cervezas que llevaba en el cuerpo.